Sobre el papel, se trata de un barco de 155 metros de longitud que está equipado con un sistema de propulsión diésel-eléctrico y es capaz de desplazarse a una velocidad de 15 nudos, unos 28 km/h. Desde luego, la parte más llamativa no es tanto su maquinaria como su barroca arquitectura, que muestra algunos de los edificios monegascos más famosos.
Así, sobre la cubierta pueden verse réplicas del casino, La Rascasse, el Hotel de Paris… Como no podía ser de otra forma, también posee un circuito de karts inspirado en el Gran Premio de Fórmula 1 que se disputa por las calles del principado.
Las instalaciones previstas para el yate, con capacidad para 16 pasajeros y 70 tripulantes, son deslumbrantes e incluyen pistas de tenis, salas de cine, biblioteca, piscina que asemejan a playas, jardines con fuentes, yacusi y un espectacular atrio coronado por la vivienda del afortunado propietario, de tres pisos de altura y 1400 metros cuadrados.
Además, el Streets of Mónaco dispondría de helipuerto y puntos de amarre para mini submarinos y embarcaciones de menor tamaño. Todo ello sustentado por un doble casco SWATH, parecido al de un catamarán y pensado para garantizar la estabilidad de la estructura.
Un oasis en movimiento en medio del mar , sera un lugar de embarque para los invitados, en la entrada con una hermosa cascada artificial, con hermosos adornos
Rob McPherson dice :"He necesitado alrededor de seis meses para producir el concepto de Mónaco. Creo que el proyecto tiene todos sus elementos favoritos y todos están muy orgullosos del resultado final"
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