La flexibilidad es un punto muy importante para aquella persona que quiera animarse a realizar un ejercicio continuo cada día. Tener una buena flexibilidad nos va a llevar a hacer varios tipos de ejercicios de forma válida y además no nos repercutirá posteriormente en algún malestar post-ejercicio. Si aún no tienes una buena flexibilidad no te preocupes porque lo podrás ir ganando poco a poco.
Para mejorar la flexibilidad lo mejor será realizar ejercicios de estiramientos. Dependiendo del tiempo en el que queremos que surja efecto este tipo de entrenamiento deberemos de hacer de dos a cuatro días de ejercicios de estiramientos.
Cada parte del cuerpo requiere de su entrenamiento de la flexibilidad. Si hablamos del cuello lo mejor es hacer movimientos en círculos con el cuello de forma lenta y tranquila. Trata de estirarlo al máximo sin forzarlo más de lo permitido. Para la flexibilidad de hombros trate de estirarlos hacia el techo lo máximo que pueda, si lo que quiere es ganar flexibilidad en el pecho, colóquelos en forma de cruz y muévalos en forma de círculos a la misma velocidad que las partes anteriores.
Los ejercicios de flexibilidad se basan en tener tiempo para realizarlos y así hacerlos lentamente, para que el cuerpo vaya mejorando su flexibilidad sin verse mal forzado a ello. Es el caso de la parte lumbar que para mejorar su flexibilidad lo mejor es el ejercicio de estar boca arriba y acercar las rodillas hasta nuestro pecho formando un ángulo recto. Ayúdese de los brazos para rodear la rodilla y hacer presión sobre su pecho.
Si realizamos al menos este tipo de ejercicios dos veces por semanas, veremos cómo nuestra flexibilidad mejora a largo plazo, y cada vez nos sentiremos más seguros para realizar otro tipo de ejercicios que requiere de un plus de fuerza de nuestro cuerpo.
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